Crece la demanda de alquiler entre adultos mientras se reduce entre los jóvenes
El perfil de quienes buscan una vivienda en alquiler en España está experimentando una transformación profunda: cada vez son más las mujeres adultas las que lideran la demanda. Según los últimos datos del sector, la edad media de quienes alquilan ha subido hasta los 38 años y el porcentaje de mujeres se eleva al 53 %. Este cambio sociodemográfico consolida al alquiler residencial como una alternativa estable frente a la compraventa, especialmente para quienes priorizan flexibilidad, accesibilidad o autonomía.
La franja de edad entre 25 y 34 años sigue siendo la más activa, con un 31 % de participación, mientras que el segmento de jóvenes entre 18 y 24 años ha perdido protagonismo, cayendo al 19 %. Este fenómeno responde no solo a factores económicos, como la precariedad laboral o los precios elevados, sino también a una nueva percepción del arrendamiento como opción permanente en vez de solución temporal. A este panorama se suma la diversificación del perfil socioeconómico de los inquilinos, que abarca desde clases altas hasta niveles medios-bajos.
Además, se ha detectado un descenso notable en los hogares unipersonales: los inquilinos que viven solos pasan del 23 % al 16 %. En paralelo, crecen otras formas de convivencia como el alquiler en pareja, con o sin hijos. Este giro en los estilos de vida y en el uso del alquiler como solución de largo plazo exige nuevas políticas públicas. Algunas propuestas regulatorias orientadas a resolver esta situación pueden consultarse en este análisis institucional del INE sobre régimen de tenencia y características demográficas.
¿Cómo está cambiando el perfil del inquilino en España?
– ¿Por qué está aumentando la edad media de los inquilinos?
Porque el alquiler ya no es solo una etapa transitoria, sino una solución de largo recorrido ante las dificultades para acceder a la propiedad.
– ¿Qué implicaciones tiene el aumento de mujeres en el mercado del alquiler?
Refleja una brecha de acceso a la propiedad por razones económicas y sociales que afecta especialmente al colectivo femenino.
– ¿Qué tipo de convivencia predomina entre quienes alquilan vivienda?
La convivencia en pareja (con o sin hijos) gana terreno, mientras que el número de personas que viven solas ha disminuido considerablemente.
El acceso al alquiler ya no define solo a los jóvenes: revela desigualdades estructurales y nuevas realidades familiares en evolución constante.
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El acceso desigual al alquiler, en el foco del análisis de Fotocasa
El perfil de los demandantes de vivienda en el mercado inmobiliario es cada vez más femenino y de mayor edad. Concretamente, en la actualidad, quienes buscan arrendar un inmueble residencial son mayoritariamente mujeres: representan el 53% del total, un punto más que en 2024. Por otro lado, el promedio de edad de los demandantes de alquiler también ha subido este 2025, situándose en los 38 años, uno más que hace doce meses. Esta cifra significa que los potenciales inquilinos son ya solo tres años más jóvenes que los demandantes de una vivienda de compra. Estas son algunas de las principales conclusiones que refleja el informe “Radiografía de la vivienda en el primer semestre de 2025” realizado por Fotocasa Research.
Un año más, el grupo de edad mayoritario entre los demandantes de alquiler sigue siendo el de 25 a 34 años, que representa el 31% del total, un punto porcentual más que el año anterior. En contraste, se reduce la proporción de jóvenes inquilinos entre 18 y 24 años, que baja del 22% al 19%. En cuanto al nivel socioeconómico, el perfil de los interesados en alquilar es diverso. Un 39% pertenece a clases altas o medias-altas, mientras que un 20% se sitúa en clases bajas o medias-bajas. También hay una notable diversidad en el tipo de convivencia entre los demandantes de vivienda de alquiler. Un 23% de los potenciales inquilinos vive con sus padres, un 21% en pareja, y un 17% en pareja con hijos. Destaca, sin embargo, la significativa caída de quienes viven solos, que pasan del 23% en 2024 al 16% un año después.

“Existe una brecha cada vez más evidente entre quienes alquilan y quienes compran vivienda. Observamos que el acceso a la propiedad se aleja progresivamente del perfil femenino, lo que aboca a muchas mujeres a permanecer en el mercado del alquiler. Por el contrario, la compra está protagonizada mayoritariamente por hombres con un poder adquisitivo más elevado. Además, que los inquilinos tengan ya una edad media de 38 años demuestra que el alquiler ha dejado de ser una etapa transitoria asociada a la juventud. Cada vez más adultos se ven forzados a prolongar su estancia en el arrendamiento ante las crecientes dificultades para acceder a una vivienda en propiedad”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
El perfil del comprador de vivienda: hombre de 41 años y de clase alta o media-alta
Si se analiza el segmento de compraventa de viviendas, se da un efecto contrario con relación al género. El perfil del comprador es cada vez más masculino: representa el 54% del total, un punto porcentual más que en 2024. Asimismo, la edad media de los demandantes de vivienda en propiedad se mantiene en 41 años, una cifra que se ha estabilizado en los últimos ejercicios.
Sin embargo, sí se observan cambios en la distribución por generaciones. En particular, se reduce la proporción de potenciales compradores entre 18 y 24 años (del 8% al 7%) y, de forma más notable, la del grupo de 44 a 54 años, que pasa del 22% al 16%. En cambio, el segmento de 25 a 34 años es el que más crece, aumentando del 27% al 31%. También sube ligeramente la participación del grupo de 35 a 44 años, del 27% al 29%, y la de los mayores de 55 años, que ascienden del 16% al 18%.

En lo que respecta al perfil socioeconómico, la mayoría de los compradores potenciales de vivienda pertenecen a las clases alta y media-alta. Solo cerca del 20% se encuadra dentro de los niveles socioeconómicos bajo o medio-bajo. Por último, con relación a la situación personal de los compradores de vivienda, una gran mayoría vive en familia, ya sea en pareja (28%) o en pareja y con hijos (31%).