El mercado europeo de inversión en inmuebles de uso terciario ha superado el punto más bajo de la peor depresión de su historia y, por tercer trimestre consecutivo, se ha incrementado el volumen de inversión de las 28 ciudades analizadas por BNP Paribas Real Estate, la división inmobiliaria del grupo de servicios financieros BNP Paribas.
El volumen de inversión registrado en el cuarto trimestre de 2009 ha ascendido a 104.000 millones de euros, cifra que supone una mejora del 9% respecto al trimestre anterior y del 15% en comparación con el cuarto trimestre de 2008. Sin embargo, el volumen de inversión global de 2009, que asciende a 302.000 millones de euros, sigue por debajo del nivel de 2008 (- 36%) y de 2007 (-70%). Durante el pasado ejercicio, el mercado de inversión en inmuebles terciarios se ha mostrado bastante inactivo, pero se vislumbran indicios alentadores de una lenta recuperación.
La confianza de los inversores ha mejorado durante 2009, a la par que las condiciones crediticias y de ablandamiento de los mercados financieros. El aumento de la inversión de este trimestre se debe principalmente al cierre de operaciones de especial envergadura y a la vuelta de los operadores transfronterizos.
Entre los mercados con crecimientos positivos se encuentra París, que ha visto incrementar el volumen de inversión un 63% respecto al tercer trimestre de 2009, y Londres, donde ha crecido un 35% respecto al cuarto trimestre de 2008. Madrid y Barcelona han registrado los peores datos desde 2004, con un total de 43 y 140 millones de euros, respectivamente.
Los inversores mantienen su interés en los activos garantizados, lo que ha conducido a la estabilización e incluso a la disminución de los ‘prime yields’ —las rentabilidades de los mejores inmuebles en las mejores localizaciones— en la mayoría de las ciudades europeas.
La mayoría de las economías europeas han superado la recesión —el PIB medido trimestralmente ha comenzado a aumentar—, aunque su ritmo de crecimiento está aún por debajo de los parámetros normales. Las condiciones económicas y financieras de la zona del euro al empezar 2010 son mucho más positivas que hace un año.
Las fuertes intervenciones de los bancos centrales y de los gobiernos han logrado romper el ciclo de retroalimentación negativa entre el sector financiero y la economía real, y se ha percibido una notable mejora en la segunda mitad del año.
No obstante, la zona del euro tendrá que hacer aún frente a numerosos problemas coyunturales y estructurales. Las condiciones del mercado de trabajo seguirán deteriorándose en Europa hasta finales de 2010, con grandes diferencias en el calendario de la mejora según el país. Las previsiones de BNP Paribas Real Estate apuntan a que 2010 va a ser otro año difícil.