El de la escuela Sadako es el primer huerto vertical que se ha estrenado en la ciudad y son los niños del centro los que lo cuidan y lo ponen a punto. Tomillo, ruda o perejil son algunas de las plantas aromáticas, además de la lechuga, que cultivan y que después servirán de condimento para los platos que se cocinan en la escuela a la hora de comida.
Esta iniciativa amplía el convenio entre el Ayuntamiento y Obra Social La Caixa para desarrollar la red de huertos urbanos de la ciudad. En la actualidad, esta red cuenta con 13 huertos en 10 distritos y más de 340 parcelas adjudicadas a mayores de 65 años y 26 entidades.
El acuerdo prevé promover la creación de huertos escolares para potenciar el conocimiento de los alumnos en relación con el verde urbano y la biodiversidad.
"Se trata de ver si somos capaces de encontrar fórmulas que permitan que en las fachadas, paredes, terrazas o terrados de la ciudad pueda haber vegetación —ha explicado el concejal de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Joan Puigdollers— y jugar el papel de recuperar carbono a través del proceso de fotosíntesis. Y, además, sirve para hacer pedagogía, ciencia y educación en la escuela".
Hace tiempo que la ciudad apuesta por convertir muros en espacios verdes. Es el caso de este edificio, donde se transformó una pared medianera en el jardín vertical de Tarradellas. Una estructura metálica hace de esqueleto del jardín y hay diversos balcones que sustentan la vegetación.