La Rioja. La plataforma en Defensa del Paisaje del Rioja se pronuncia ante la pérdida de viñedos históricos en la falda de los montes Obarenes – Toloño, como consecuencia del impacto de la instalación continuada de infraestructuras en la zona, alegando:
Que el ecosistema esta considerado como factor clave en la producción de vinos de calidad de la D.O.Ca. Rioja. El material vegetal es esencial, pero se modifica por su entorno, por su suelo, por su subsuelo, por su clima.
Queremos preservar la evolución de la viticultura desde su origen hasta nuestros días. El atractivo demográfico se traduce en un conflicto entre los usos urbanos y los agrícolas, que se ven sometidos a una fuerte presión urbanizadora. Uno de los principales retos hoy en día es la gestión política de estos espacios periurbanos. Por tanto, debemos fomentar la existencia de legislación con figuras de protección específica sobre áreas agrícolas periurbanas. Así como incluir el plan de ordenación supra-municipal, que considera que el conjunto de los espacios agrícolas y naturales conforma un sistema que hay que proteger.
Que debemos potenciar la protección del suelo agrícola en la Comunidad de La Rioja, como una combinación ganadora de leyes en instituciones que apoyan a la agricultura junto a la Plataforma en Defensa de Paisaje de La Rioja, que protegen el territorio como bien colectivo.
Que debemos preservar el concepto de ‘terroir’, como una comunidad de medios, algunos humanos, otros geológicos, otros climáticos, otros vegetales, de los que cada miembro es más o menos importante. La importancia de cada uno varía sin interrupción, sin que sea posible saber quién es esencial ni en que momento lo es, cada uno debe de trabajar junto a los otros para dar origen a un todo que es superior a la suma de cada una de las partes, ese todo no existe si uno de los miembros falla.
Que hay que preservar el capital natural, este es un territorio vinícola. Aún hoy su paisaje, sus historias y su representación cultural, están íntimamente ligadas al vino.
Por tanto en base a las alegaciones exponemos:
Que debemos obtener el reconocimiento político de la labor que desempeña la Viticultura, ya que favorece la conservación y gestión del espacio natural; fomenta el desarrollo económico (crea puestos de trabajo, sus subproductos sirven de materia prima para otras industrias.. ), fomenta el enoturismo, fomenta el desarrollo rural, sirve de estímulo para el desarrollo de técnicas de cultivo y la aplicación de nuevas tecnologías para mejorar la calidad del viñedo y del producto.
Tenemos el deber de comunicar la contribución de la vitivinicultura a la conservación de la biodiversidad, garantizando la supervivencia de nuestras variedades autóctonas; a la protección del medio ambiente, evitando la desertización y la erosión del suelo; a la preservación de nuestro valioso patrimonio cultural y natural; y a la defensa de nuestra riqueza paisajística.
Que debemos fomentar la existencia de legislación con figuras de protección específica sobre áreas agrícolas periurbanas.
Más información en el Documento adjunto.