El consenso es generalizado acerca de que las Sociedades Cotizadas de Inversión Inmobiliaria, las conocidas socimi, van a ser la panacea para que definitivamente el mercado inmobiliario, al menos desde el punto de vista de la inversión, arranque definitivamente en España. La entrada de grandes gurús, como George Soros, así parece bendecirlo.
Pero por lo que se ve, y para que todo sea perfecto, ya hay voces que le están comiendo la oreja al Gobierno para que, aprovechando las modificaciones fiscales que se van a introducir, elimine la tributación de las ganancias de capital en la transmisión de acciones de estas sociedades en los mercados secundarios.
De esta forma, los no residentes en España se ahorrarían cumplir con obligaciones y costes adicionales al efectuar la actual autoliquidación vigente para la declaración y tributación de las ganancias de capital, como sucede en otros países, donde estas ganancias suelen quedar exentas de tributación.
Para rizar más el rizo, y que las ganancias sean mayores, eso de no poder repartir dividendos tampoco acaban de verlo, como tampoco que se impute el 30% de las rentas en el caso de que se incumpla el requisito de alquilar los inmuebles durante tres años.
La vuelta de tuerca introducida por el Gobierno en 2012 para flexibilizar los requisitos de constitución de este tipo de sociedades, que tan escasa aceptación había tenido con el régimen establecido en 2009, pasa por la tributación a tipo cero sobre los beneficios que se obtengan.
La única condición es que los accionistas que tengan una participación igual o superior al 5% tributen sobre los dividendos distribuidos a un mínimo del 10%. Si no, la sociedad estará sometida a un gravamen especial del 19%.
Así que cualquiera que posea un único activo inmobiliario que supere los cinco millones de euros, que el 80% de los inmuebles que formen la sociedad –con un mínimo de tres– estén destinados al alquiler, y que se dediquen a este fin al menos durante tres años, puede montarse una socimi.
El nuevo vehículo de inversión necesitaba un empujón definitivo, y la entrada del filántropo estadounidense George Soros en Hispania Activos Inmobiliarios parecen habérselo dado. Antes del próximo 18 de marzo, fecha de cierre y ampliación de capital de esta sociedad, Quantum Strategic Partners, empresa controlada por el magnate de origen húngaro, deberá desembolsar 20 millones de euros, correspondientes a dos millones de acciones. Y con posterioridad, como se ha comprometido, adquirir el resto de acciones de Hispania, hasta los 9,2 millones, por un importe de 92 millones de euros.