El Banco Santander no quiere perder ni un minuto en el proceso de desinversión de los activos inmobiliarios heredados tras la compra del Banco Popular. Así, el consejo del banco resuelto, presidido por Rodrigo Echenique -también vicepresidente del Santander- ha puesto en marcha el proceso de recompra del 51% de Aliseda, que el Banco Popular vendió en 2013 a los fondos de capital riesgo Värde y Kennedy Wilson, en una operación valorada en 815 millones de euros.
El precio acordado de dicha participación es de 180 millones de euros y supondrá para el Banco Popular un consumo de capital de aproximadamente 302 millones de euros. Se espera que esta adquisición esté finalizada en el tercer trimestre de este año, según recoge el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Con la recuperación del 51% de Aliseda, el Banco Santander buscaría facilitar la gestión de los activos inmobiliarios de Popular que aglutina Aliseda, que en el momento de su creación sumaba unos 9.350 millones de euros por valor neto contable en créditos y unos 6.500 millones en activos adjudicados. En la actualidad, los riesgos vinculados al negocio del ladrillo de Popular ascienden a 36.800 millones de euros, incluidos 40.000 inmuebles.
En su momento, la operación de venta del 51% de Aliseda supuso para el Popular unas plusvalías aproximadas de unos 710 millones de euros. Aliseda vendió 11.290 inmuebles en 2015, con una facturación superior a los 1.970 millones de euros, según los últimos datos disponibles en la web de la plataforma inmobiliaria. En 2014, las ventas ascendieron a 8.600 inmuebles y 1.500 millones de euros.
También se ha dado comienzo a un proceso de búsqueda de socios para una cartera de activos adjudicados y créditos inmobiliarios morosos por un valor bruto en libros de 30.000 millones de euros, aproximadamente. Para ambas operaciones se ha dado mandato a Morgan Stanley.
El Santander busca limpiar el lastre inmobiliario del banco. Para ello, el grupo financiero que preside Ana Botín se plantea sacar al mercado grandes carteras para vendérselas a fondos oportunistas y transferir parte de los activos a Metrovacesa (ahora Merlin), de la que Santander es el principal accionista. Como parte de este proceso, el consejo también ha iniciado el proceso de la sustitución de distintos consejeros de entidades participadas por el Banco Popular.