Se acabó el culebrón. Los bancos españoles deberán devolver todo lo cobrado de más por las cláusulas suelo hipotecarias. Así lo ha determinado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en una sentencia, no recurrible, al entender que la retroactividad parcial, desde mayo de 2013, se opone al derecho comunitario.
Y que, por tanto, «el carácter abusivo de una cláusula debe tener como consecuencia el restablecimiento de la situación en la que se encontraría el consumidor de no haber existido dicha cláusula, permitiendo restituir las ventajas obtenidas indebidamente por el profesional en detrimento del consumidor».
O sea, que los bancos deben abonar a los hipotecados todo lo cobrado de más por la aplicación de cláusulas suelo desde la firma del préstamo hipotecario. A partir de aquí, las entidades ya han empezado a hacer números del impacto que la sentencia puede tener en sus cuentas a una semana vista de que finalice el ejercicio 2015.
Aunque todos los bancos, previendo que finalmente el tribunal europeo tomara esta decisión contraria a sus intereses, llevan tiempo acometiendo estrategias de cambio de hipotecas, de variables a fijas, y obligadas, por sentencias judiciales, a retirar estas cláusulas, el impacto será notorio, aunque los cálculos son diversos, por la disparidad existente entre los importes brutos y netos. Y todas las entidades negociarán una a una cada hipoteca para llegar a acuerdos con los clientes y reducir el monto total de lo que deberían devolver.
Desde los apenas 3.000 millones calculados por Goldman Sachs a los 7.500 cifrados en un informe del Banco de España, cantidad que fue utilizada por los abogados del BBVA -una de las entidades más perjudicadas- en la defensa de sus intereses ante el TJUE. Entre medias, los números echados por Société Generale, que cuantifican el agujero en torno a los 5.000 millones de euros.
De esos hasta 7.500 millones que contabilizaba inicialmente el Banco de España, habría que descontar los 2.600 ya devueltos por lo cobrado de más entre mayo de 2013 y finales de 2015. Quedarían, por tanto, otros 5.000 millones que, con los ajustes por cambios de hipotecas, de variables a fijos, rondarían ahora los 4.500 millones.
En términos absolutos el BBVA sería la entidad más afectada, con unos 1.800 millones de euros al contar con una cartera hipotecaria de casi 90.000 millones, seguida de CaixaBank, con 1.200 millones, y Banco Sabadell, con 720 millones, según los cálculos de Ahorro Corporación.
Sobre el capital, el banco más expuesto a la sentencia del TJUE, atendiendo a las cantidades no provisionadas, sería Liberbank, con un impacto de 252 millones de euros sobre los 2.400 millones de euros de hipotecas afectadas.