Madrid. Con los acuerdos de refinanciación de deudas de las inmobiliarias, las entidades financieras obligaron a éstas a ir poco a poco vendiendo los mejores activos mediante la dación en pago. Ingresos meramente artificiales en las cuentas de resultados que, cuando dejan de llegar, se notan sobremanera toda vez que la actividad normal de las compañías está bajo mínimo, ya que ni se venden pisos ni terrenos, y solo en algunos casos, algunos, son capaces de mantener el tipo con las rentas procedentes de la explotación de activos inmobiliarios.
Es la causa de que unas inmobiliarias, de repente, un trimestre arroje beneficios y, dos o tres trimestres después, las pérdidas se dupliquen o tripliquen.
Renta Corporación, como siempre, ha sido la primera inmobiliaria que comunica al mercado sus resultados. En esta ocasión, los correspondientes al cierre de los nueve primeros meses del año. Y, a la vista de los mismos, esta situación resulta más que evidente.
Solo pudo ingresar 51,7 millones por los 148,8 millones facturados durante los nueve primeros meses de 2011, un 65% menos. Con ello, cierra el periodo enero-septiembre del año con unos beneficios de 4,1 millones de euros, 200.000 euros más.
Separando las ventas realizadas a entidades financieras de las del negocio ordinario, se puede apreciar como aquellas ascienden a 36,2 millones en virtud de los referidos acuerdos, mientras que las del negocio ordinario se sitúan en 13,3 millones, disminuyendo prácticamente a la mitad las registradas en el mismo periodo del 2011.
A pesar de la coyuntura de mercado, la cartera nueva sigue contribuyendo de forma positiva, destacando tres importantes operaciones en Madrid, una de ellas dentro del último trimestre: la operación de un edificio singular en Príncipe de Vergara; la venta de un edificio a una mano en la Gran Vía y la de una planta de oficinas también en la misma calle.
Durante estos tres primeros trimestres del año, dos entidades financieras del sindicado bancario han ejercido su derecho a amortizar sus posiciones acreedoras del Grupo mediante la dación en pago de un activo, a través del mecanismo de las ventanas de salida fijado en el acuerdo de refinanciación de la deuda alcanzado en el 2011. La deuda neta se sitúa en 159,6 millones a cierre de septiembre, disminuyendo en 36 millones respecto a los 195,6 millones existentes al cierre de 2011.