Madrid. Con el fin de adecuar la estructura del grupo a la situación de la demanda y anticipar el nuevo ciclo económico, Cementos Portland Valderrivas ha iniciado el plan de choque anunciado hace dos semanas. El denominado Plan NewVal 2012-13, cuyo objetivo pasa por incrementar el Ebitda en más de 60 millones de euros, se inicia con el anuncio del cierre parcial de dos de las ocho plantas en España y el despido de 500 empleados.
El Plan NewVal implica la revisión y el ajuste de la estructura industrial en España, con el fin de adaptarla a la nueva realidad del mercado y para optimizar las operaciones; la reorganización de la estructura de los negocios en España, incrementando la homogeneización y centralización de procesos y aumentando la interacción con los clientes; y la revisión de las funciones corporativas, adecuándolas a las nuevas condiciones de los mercados.
La reestructuración en España obedece al descenso del consumo del 20% con el que se ha iniciado el ejercicio que, extrapolando los datos a final de año, situaría la facturación en unos en unos 16 millones de euros, cifras no conocidas desde hace casi 30 años.
Cementos Portland cuenta con fábricas en Alcalá de Guadaira (Sevilla), El Alto (Madrid), Monjos (Barcelona), Vallarca (Barcelona), Hontoria (Palencia), Mataporquera (Santander), Lemona (Bilbao) y Olazagutía (Navarra), y todavía no ha decidido las que sufrirán este cierre parcial. Decisión que dependerá de los costes de producción y transporte, así como de las pérdidas por los derechos de emisión de gases contaminantes.
Además de este plan de choque, Cementos Portland busca refinanciar los 1.500 millones de euros de deuda que tiene, para lo que ha puesto en marcha la venta de su filial en Estados Unidos, Giant, por unos 530 millones de euros, y una ampliación de capital, con inversores que estén dispuestos a aportar unos 200 millones de euros.