La crisis del alquiler en España se intensifica por la saturación de los juzgados, un factor poco visible pero central en la reducción de la oferta disponible. La falta de agilidad en los procesos para recuperar una vivienda o resolver un impago genera inseguridad jurídica y desincentiva a los propietarios, que optan por retirar inmuebles del mercado o endurecer las condiciones de acceso.
El impacto económico de estos retrasos se hace evidente en el aumento de los impagos y en la deuda acumulada por inquilinos morosos. El análisis de la morosidad, desarrollado en el estudio sobre la deuda media por inquilino moroso elaborado por SEAG, confirma que los retrasos prolongados alimentan un entorno de mayor riesgo y tensionan aún más el mercado del alquiler en España.
En conjunto, la lentitud judicial refuerza un círculo vicioso: menos oferta, precios más altos y barreras crecientes para jóvenes y familias. La modernización de los juzgados, la digitalización y la dotación de recursos se perfilan como elementos imprescindibles para devolver estabilidad y seguridad al mercado del alquiler.
Datos relevantes
Procesos judiciales por impago superiores a 13 meses
Casos extremos que alcanzan hasta 7 años
Cerca de 400.000 viviendas de uso turístico en España
Crecimiento interanual del 15% en vivienda turística
Deuda media nacional por impago de alquiler: 7.957 euros
Más de 5.500 lanzamientos por impago en Cataluña
¿Por qué la lentitud judicial agrava la crisis del alquiler?
La lentitud judicial agrava la crisis porque retrasa la recuperación de viviendas y genera un entorno de incertidumbre para propietarios e inquilinos. Cuando un proceso se prolonga más de un año, el impacto económico es significativo: pérdida de rentas, aumento de gastos legales y deterioro del inmueble. Esta situación empuja a muchos propietarios a exigir condiciones más estrictas o directamente retirar la vivienda del mercado, reduciendo la oferta y tensionando los precios. La relación entre demora judicial y encarecimiento del alquiler es directa, ya que la percepción de riesgo influye en la fijación de precios y garantías.
¿Cómo afecta esta situación a jóvenes y familias?
Los colectivos más perjudicados por la inseguridad jurídica son los jóvenes y las familias con ingresos ajustados. La reducción de oferta y el aumento de requisitos —fianzas más elevadas, avales, mayores filtros de solvencia— dificultan el acceso a la vivienda. La tasa de emancipación juvenil ha caído notablemente y más de la mitad de quienes alquilan una habitación lo hacen porque no pueden afrontar el coste de una vivienda completa. Este escenario genera un círculo de exclusión residencial que se agrava cada año si no se aplican medidas estructurales que restauren la confianza y la seguridad en el mercado.
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La lentitud judicial, un nuevo obstáculo que agrava la crisis del alquiler en España
La lentitud judicial se ha convertido en uno de los factores más invisibles —pero más determinantes— de la crisis del alquiler en España. Los procesos para recuperar una vivienda o resolver un impago pueden prolongarse más de 13 meses, y en los casos más extremos hasta siete años, generando una inseguridad jurídica que disuade a los propietarios de mantener sus inmuebles en el mercado.
En este sentido, desde la Sociedad Española de Alquiler Garantizado aseguran que reducir la duración media de los procesos judiciales podría devolver viviendas al mercado del alquiler.
Según datos del INE, España roza ya las 400.000 viviendas de uso turístico, con un crecimiento interanual del 15%. Sin embargo, más allá del debate sobre la vivienda turística, la lentitud judicial se consolida como uno de los principales frenos del mercado del alquiler, al convertir cada proceso en una travesía costosa e incierta.
“Un propietario que se enfrenta a un impago prolongado puede perder fácilmente más de un año de ingresos. Ante ese riesgo, muchos optan por subir precios, exigir más garantías o retirar su vivienda del mercado”, explica Pedro Bretón, CEO de SEAG.
El efecto dominó de esta lentitud repercute en todo el sistema: menos oferta, precios más altos y acceso más restringido. Ya en 2023, los nuevos contratos de alquiler se encarecieron un 4,1%, frente al 2,4% de los ya existentes, mientras que los inquilinos se enfrentan a fianzas más elevadas, avales obligatorios y mayores requisitos de solvencia.
UN CÍRCULO VICIOSO AGRAVADO POR LA INACCIÓN JUDICIAL
A esta situación se suma la presión sobre las economías domésticas, que provoca un repunte de los impagos en el segundo semestre del año. Desde SEAG confirman que septiembre y octubre son los meses con más incidencias y contrataciones de garantías, coincidiendo con el regreso de las vacaciones, la “vuelta al cole” y un aumento general de gastos familiares.
La deuda media nacional por impago de alquiler alcanzó los 7.957 euros en 2024, un 4,23% más que en 2023, con máximos en Cataluña (10.996 €), Baleares (10.234 €) y Madrid (9.813 €). Detrás de esas cifras hay miles de procesos judiciales pendientes que agravan la precariedad del sistema. Solo en Cataluña se registraron más de 5.500 lanzamientos por impago, seguida de Andalucía (2.712) y la Comunidad Valenciana (2.517).
“Cada mes de retraso judicial añade incertidumbre y tensiona aún más los precios. Si un propietario tarda más de un año en recuperar su vivienda, el impacto no solo lo sufre él, sino todo el mercado”, añade Bretón.
JÓVENES Y FAMILIAS, LOS GRANDES PERJUDICADOS
La falta de agilidad judicial y la consecuente inseguridad jurídica están contribuyendo al deterioro del acceso a la vivienda. La tasa de emancipación juvenil ha caído un 15,2%, el nivel más bajo desde que existen registros. Más del 55% de quienes alquilan una habitación lo hacen porque no pueden asumir una vivienda completa, según el último informe de Fotocasa Research.
“Una justicia lenta es una justicia cara”. “Si queremos reactivar el mercado del alquiler y aliviar la crisis habitacional, es urgente modernizar los juzgados, digitalizar los procesos y dotar de recursos a la Administración. Sin ello, la vivienda seguirá siendo un activo de riesgo y no un derecho accesible.”
