El próximo 15 de julio comenzará en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata el curso “Gestión de recursos hídricos y aprovechamientos turísticos”. Nada que objetar. Pero sí puede serlo el hecho de que, tal y como están las cosas, con la reciente sentencia del Tribunal Supremo que dictaminaba la ilegalidad y la próxima demolición de la Isla de Valdecañas, este ámbito sea objeto de loas y alabanzas.
Lo será por doble partida. Por un lado, esta actuación será analizada en una de las ponencias como ejemplo del turismo de embalses de Extremadura y, por otro, se cursará una visita por parte de los asistentes al curso. Lo dicho, ganas de tocar las narices. El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, inaugurarán el evento..
La ponencia “La apuesta turística por el turismo de embalses en Extremadura. El caso de Isla Marina de Valdecañas" correrá a cargo Julián Mora Aliseda, profesor de la Universidad de Extremadura y director de estas jornadas. El mismo que, por encargo de la Junta, realizó un informe socio-económico en el que se defienden los beneficios de la urbanización para justificar la inejecución de la sentencia, esto es, su no demolición como exigen los tribunales.
El proyecto Isla Marina de Valdecañas, que incluye viviendas y otras instalaciones de lujo, ha sido declarado ilegal y está pendiente de ser demolido íntegramente para restituir el espacio protegido donde se levanta.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, refrendada por el Supremo el pasado mes de febrero, debe cumplirse, pero la Junta de Extremadura está tratando de resistirse por todos los medios.
Al contrario de lo que afirma el director del curso, el complejo turístico no ha generado empleo de forma significativa, mientras que el impacto de la construcción en la avifauna ha sido dramático. Además, la demolición tampoco costaría la cantidad astronómica calculada por el Gobierno autonómico y mejoraría la conservación del espacio.
Los problemas económicos derivados de esta sentencia también se ciernen sobre el enclave. La empresa que promueve el complejo Marina Isla de Valdecañas, asentada en Sevilla, ha comunicado al juzgado mercantil número 1 de la capital hispalense que se acoge al preconcurso de acreedores, por el que contará con un plazo máximo de cuatro meses para negociar su deuda y evitar así el concurso.
Los bancos y compradores reclaman la devolución del dinero gastado en la adquisición de villas. Los bancos y los compradores de las villas o apartamentos, que reclaman a la empresa la devolución del dinero gastado en su adquisición tras la concatenación de sentencias en su contra, son algunos de los acreedores. El precio de esas villas puede rondar los 500.000 euros.