Barcelona. El fundador y presidente de Inditex, Amancio Ortega, y el resto de sus socios –Caixa D’Estalvis Laietana, Sa Nostra y la Caja Rural Aragonesa y de los Pirineos– en Fonrestaura Internacional, ha roto definitivamente la relación que desde mediados de la pasada década mantenía con los responsables de la inmobiliaria catalana Restaura. La ruptura ha supuesto el cambio de denominación adoptado en la última junta de accionistas, de Fonrestaura a Inverporfolio, y de cambio de sede, que hasta ahora coincidía con el de la inmobiliaria en Barcelona, y que ha sido trasladado a las afueras de la Ciudad Condal para ahorrar costes.
Por lo que a demanda contra Restaura se refiere, se va dirigir en una triple dirección. En primer lugar, la acusan de no cumplir con determinados compromisos económicos fijados a mediados del pasado mes de septiembre para liquidar determinadas deudas con Fonrestaura Internacional. En segundo lugar, también actuarán contra los representantes con cargos ejecutivos que, en su día, tuvo Restaura en Fonrestaura, bajo la acusación de llevar a cabo una gestión perjudicial para la compañía.
Además, los socios de Fonrestaura también actuarán en Francia, con un proceso contra Restaura France Sarl, filial de la inmobiliaria catalana, a través de la cual Restaura controla la participación en la francesa Fonciere R-Paris. Fonrestaura Internacional cuenta con un 45% del capital de la patrimonialista francesa que adquirió, precisamente, a Restaura con el fin de dotarle de algo de liquidez y permitirle cumplir con los preceptos de la legislación gala con el fin de mantener el régimen SIIC, favorable para las inmobiliarias cotizadas.
No será la primera vez que Amancio Ortega acuda a los tribunales contra Restaura. La primera fortuna de España y una de las primeras del mundo desahució a la inmobiliaria de su sede, en la Gran Vía barcelonesa, debido al impago del alquiler, como informó La Vanguardia a comienzos de noviembre. En su día, la titularidad del inmueble era compartida al 50% por Ortega y Restaura pero el empresario gallego compró la parte que no controlaba cuando la inmobiliaria comenzó a atravesar notables dificultades financieras.