Poco a poco, la inmobiliaria Renta Corporación va sacando el cuello tras superar hace dos años el concurso voluntario de acreedores al que se había visto obligada a acudir ante la manifiesta situación de insolvencia en la que se hallaba.
Así, al cierre del primer semestre de ha obtenido 2 millones de beneficios que, comparado con el mismo periodo del año anterior, supone un incremento el resultado recurrente, que en 2015 se situó en 1,1 millones, aumentado por 3,4 millones de beneficios extraordinarios. Donde se ve la buena evolución es en el ebitda, cerrado en 2,3 millones, prácticamente el doble que el registrado un año antes, tras registrar 8,5 millones de ingresos por ventas por los 4,4 millones de 2015.
La cartera de negocio, entendida como los derechos de inversión y las existencias para la venta, con la que cuenta la compañía a mes de junio de 2016 asciende a 245,8 millones e incrementa en un 15% respecto a la cifra del mes de diciembre de 2015 que era de 214 millones. Adicionalmente, Renta Corporación gestiona activos para la venta en alianza con fondos inmobiliarios con un importe estimado de inversión de unos 55 millones.
Los ingresos de las operaciones, que incluyen las ventas y los ingresos por prestaciones de servicios y alquileres, ascienden a 13,4 millones frente a los 8,7 milones del primer semestre de 2015.
Por su parte, el margen de las operaciones fue de 4,8 millones frente a los 1,6 millones del mismo periodo de 2015, que incluía la depreciación del activo Pere IV por valor 1,8 millones para ajustar su valor en libros a su valor de venta.
El total del margen se compone principalmente del margen de las ventas, entendido como las ventas menos el coste y los gastos variables de las mismas, por valor de 1,7 millones, entre las que destaca la venta de la segunda fase de un proyecto en la calle Aragón de Barcelona, y la venta de un edificio en la calle Ponzano de Madrid.
El margen de las prestaciones de servicios alcanza los 2,7 millones, entre las que cabe destacar la venta de un edificio en el Paseo Juan XXIII de Madrid y otro en la calle Bailén de Barcelona.