Desde que superara la crítica situación financiera que estuvo a punto de llevarla a la quiebra y, tras la presentación de su plan estratégico el pasado otoño, la inmobiliaria Quabit sigue inmersa en un proceso de reforzamiento de su balance, de cara a consolidar un capital lo suficientemente homogéneo como para sacar adelante las grandes líneas maestras de dicho plan, con la entrega, de aquí a cuatro años, de más de 3.000 viviendas.
Ahora, tras la ampliación de capital del pasado mes de diciembre, y siguiendo lo fijado en la junta de accionistas del pasado 14 de abril, la promotora presidida por Félix Abánades acaba de poner en marcha otra ampliación. En esta ocasión con cargo a reservas de la propia empresa, que pondrá 1,26 millones de euros para comprar 2,52 millones de acciones nuevas a un precio de 0,5 euros. Se busca otorgar a los accionistas una acción nueva por cada 20 que atesoren.
La operación se ejecuta como antesala de la ampliación de mayor calado, aprobada también en la junta de abril, y en la que los nuevos accionistas deberían abonar un mínimo de 2,5 euros por acción (50 céntimos de nominal y 2 euros de prima emisión), para llegar al objetivo de conseguir hasta 50 millones de euros con la emisión de 20 millones de títulos.
El anuncio de la ampliación con cargo a reservas ha sido un aluvión de especulaciones entre los accionistas acerca de qué hacer para obtener el mayor rendimiento posible. Y toca esperar. Será cuando se negocien los derechos de la ampliación, entre el 12 y el 26 de julio, cuando los accionistas determinen qué hacer.
Tras la negociación de los derechos, Quabit ha fijado 1 de agosto para comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la asignación definitiva de acciones nuevas, el otorgamiento de la escritura pública de ejecución de la ampliación y la entrega de las nuevas. Y el 15 de agosto la fecha a partir de la que cotizarían las nuevas acciones.
Cerrada esta miniampliación, a partir de septiembre será cuando Quabit se mueva para ir a la nueva ampliación. Para entonces, todos los accionistas confían en que la inmobiliaria haya sido capaz de avanzar en las negociaciones con los inversores.