Saba ha realizado hoy, en el transcurso de la Junta General Ordinaria de Accionistas celebrada en Barcelona, un balance de los últimos cuatro años, desde el nacimiento de la compañía en 2011. Un período en el que, entre los principales resultados, arroja crecimientos en sus principales magnitudes, mayor dimensión para el Grupo, un nuevo modelo operativo de gestión y la transformación comercial y tecnológica. Bases que permiten a Saba afrontar ahora una nueva etapa de crecimiento tras las últimas operaciones culminadas en los dos últimos años: Aena, Adif y Bamsa.
El Presidente de Saba, Salvador Alemany, ha explicado, en el transcurso de su intervención, que desde la constitución del nuevo proyecto Saba, en 2011, «mantuvimos el crecimiento como principal reto estratégico, siendo el elemento fundamental en la creación de valor para la compañía, incluso con un entorno macroeconómico adverso». «Ahora, tenemos ante nosotros la prueba de que nuestra hoja de ruta era la acertada por lo que respecta a la estrategia diseñada», ha subrayado.
En este sentido, el Consejero Delegado de Saba, Josep Martínez Vila, ha explicado que entre 2011 y 2014 la compañía ha experimentado crecimiento en el número de aparcamientos (+74%), hasta los 354 aparcamientos, y en el número de plazas (+42%), hasta las 193.000 plazas, con una inversión acumulada en expansión de 450 millones de euros, que dota a Saba de una vida concesional de más de 25 años, sin contar Adif ni contratos de gestión. Asimismo, en este mismo período, el Grupo ha incrementado en un 12% sus ingresos de explotación, hasta los 215 millones de euros, en un 22% su Ebitda de gestión, hasta los 93 millones de euros, y en un 4% el margen respecto de este Ebitda, hasta situarlo en el 43%.