Madrid. Dos semanas después de que Reyal Urbis anunciara la decisión de acogerse a la Ley Concursal para evitar que nadie solicite el concurso voluntario en los próximos tres meses, como alguna entidad había amenazado con hacerlo, y tratar en ese periodo de alcanzar un nuevo acuerdo de refinanciación por sus más de 3.600 millones de euros de deuda financiera, los especuladores bursátiles han decidido que toca especular y conseguir unos rápidos beneficios a corto.
Y lo están haciendo a lo grande, tanto que no es descabellado pensar que la cotización de la inmobiliaria suba incluso por encima del 100% al finalizar hoy lunes la sesión. De los seis céntimos en los que cerró el pasado viernes la acción se ha llegado a colocar casi en los once céntimos.
¿Alguna razón para este subidón más allá de la mera especulación? Ninguna. De hecho, en pleno puente de Todos los Santos, la entidad comunicaba los resultados correspondientes al tercer trimestre. Y volvían a ser muy negativos, con unas pérdidas de 258 millones entre enero y septiembre, doblando casi las registradas en el mismo periodo de un año antes. Y no era lo peor, los fondos propios negativos de la compañía presidida por Rafael Santamaría siguen incrementándose, también doblando los que se daban hace un año, hasta los 993 millones.
Además, el pasado 31 de octubre tuvo que volver a echar mano del mecanismo de conversión de deuda financiera para reestablecer el equilibrio patrimonial de la Sociedad. Un nuevo tramo del crédito sindicado, por importe de 78,38 millones de euros.
Tampoco los ingresos, virtualmente limitados ante la imposibilidad de poder iniciar actividad alguna por imperativo de las entidades acreedores, muestran el menor atisbo de recuperación. Ascendían a 107,57 millones, un 58% menos que en los nueve primeros meses de 2011. Un total de 34,7 millones por la entrega de viviendas y más de 30 millones por la venta de suelo, casi todo colocado durante el tercer trimestre ya que, hasta junio, solo se había apuntado por este concepto poco más de de medio millón de euros.
Por el negocio hotelero ingresó 19,2 millones y se aprecia un retroceso significativo de las ventas de patrimonio, que se ve reducido a 6,6 millones por los 28,15 millones de hace un año. Las rentas de la gestión del patrimonio generaron 16,54 millones de euros, un 18,9% menos por las desinversiones de activos.