Toledo. En las palabras previas al almuerzo de los miembros del Patronato que hoy se ha celebrado en el Palacio de Fuensalida, en Toledo, en el que participó el jefe del Ejecutivo autonómico, José María Barreda brindó por los logros comunes y por el buen entendimiento existente y aseguró que los toledanos, en particular, y los castellano-manchegos, en general, necesitamos contemplar el patrimonio como un signo de nuestra propia identidad.
José María Barreda significó el momento “histórico” que vive una ciudad histórica como Toledo y recordó que al arte y la historia intrínseca de la ciudad se unen estos días la exposición de los tapices de Pastrana que acoge el Museo de Santa Cruz; la muestra sobre Gregorio Marañón o el propio Museo del Ejército recién abierto al público.
La Real Fundación de Toledo es una institución cultural privada cuyo fin es contribuir a la conservación y revitalización de la ciudad histórica de Toledo, realizando actividades dirigidas a fomentar su habitabilidad y la protección, estudio y difusión de sus bienes patrimoniales. Asimismo, tiene como objetivo conservar y difundir el legado del escultor Victorio Macho.
El presidente Barreda destacó precisamente esa labor de conservación y difusión de la cultura y aseguró que para el Gobierno de Castilla-La Mancha son muy importantes todas y cada una de las recomendaciones que desde esta institución se hacen respecto al legado histórico, artístico y cultural ya que “gracias a la crítica leal, se mejoran las cosas y corrigen errores”.
Las líneas de trabajo de la Real Fundación son actuaciones urbanísticas, restauración de bienes culturales, proyectos de investigación y estudio, exposiciones, publicaciones, organización de cursos, reuniones de trabajo, conferencias, así como una atención especial a los conventos de clausura y su patrimonio.