Bankia, o la antigua Caja Madrid, tuvo que ser rescatada debido a las locuras crediticias emprendidas en el sector inmobiliario, especialmente cuando a las suyas propias se le unieron las procedentes de Bancaja, con un agujero sin precedentes por la brutal exposición que había acumulado la caja valenciana en financiar actividades relacionadas con la construcción y la promoción inmobiliaria.
Cuando los nuevos gestores de la Bankia rescatada, con José Ignacio Goirigolzarri a la cabeza, tomaron las riendas, fueron muchos las empresas ligadas a este sector que, obligadas por las condiciones del rescate, se quedaron sin actividad, a la espera de su liquidación, en el peor de los casos, o, si fuera posible, proceder a su venta, obteniendo unos buenos ingresos cuando la situación del mercado lo propiciase.
La espera parece que puede tener compensación. Pueden ser en torno a los 500 millones de euros los que está dispuesto a pagar un fondo británico por la sociedad Nuevas Actividades Urbanas (NAU). Participada por Bankia, fue en su momento constituida por Bancaja y las promotoras Gesfesa y Pasaval como compensación de préstamos que aquella había concedido previamente.
NAU es propietaria de inmuebles terciarios en Valencia, como los centros comerciales Aqua y Arena, las antiguas y abandonadas oficinas de Iberdrola, la Torre Ademuz, con dos hoteles, o el Casino Valencia. Para equilibrar sus cuentas y afrontar nuevas inversiones que pusieran en valor sus activos, Nuevas Actividades Urbanas necesitaba de una inyección de capital, pero esta nunca llegó.
Por el camino se quedaron varias operaciones, entre ellas dos torres a medio construir que iban ser ocupadas por el grupo hospitalario Imed. El acuerdo se había firmado en 2010, y establecía que NAU invertiría 20 millones de euros para adecuar el edificio, como paso previo a arrendárselo, por un plazo de 30 años con opción a compra, a grupo sanitario. Pero las obras se quedaron a medio hace, y con ellas rentas de casi 200 millones de euros durante esas tres décadas.
Ante las falta de financiación, los socios valencianos de Bankia plantearon vender su participación o vender el edificio a medio terminar, pero la entidad financiera no estaba por la labor de vender NAU en lotes. O todo o nada. Y, ahora, el todo se ve más cerca.
NAU es una de estas sociedades vinculadas al sector inmobiliario en las que Bankia tiene participación mayoritaria, y cuya venta podría ser contemplada en el corto plazo, especialmente si, como parece, los inversores están dispuestos a pagar un precio razonable.
