El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha participado en el “II Congreso sobre Estrategias para la Rehabilitación Energética de Edificios” donde destacó que el Gobierno regional apuesta decididamente por la rehabilitación energética de edificios y se sitúa como uno de los pilares básicos de la planificación energética de la Comunidad de Madrid.
En este sentido, el consejero señaló que la rehabilitación energética de edificios es fundamental, tanto para reducir la demanda energética de nuestra Comunidad, como para estimular al tejido productivo madrileño y, sobre todo, para reactivar la creación de empleo, especialmente en la construcción, sector muy castigado por la crisis.
El objetivo de este Congreso, que se celebra los días 6 y 7 de mayo en Madrid, es transmitir a administradores de fincas, comunidades de propietarios, promotores, empresarios y a otros profesionales relacionados con el sector, la importancia de la rehabilitación energética, proporcionando información sobre las oportunidades de ahorrar energía mediante las tecnologías existentes más adecuadas, y sobre la rentabilidad y la generación de empleo que este ámbito supone.
El sector residencial es el mayor consumidor de energía, responsable de un 24% aproximadamente del consumo de energía final. Si a esto le añadimos que nuestra región cuenta con un 70% de edificios cuya antigüedad es superior a 10 años, y enormemente deficientes energéticamente, resulta de gran importancia poner en marcha programas de rehabilitación energética eficaces.
Desde el año 2006, el Gobierno de la Comunidad de Madrid viene mpulsando la puesta en marcha de los diferentes Planes Renove, todos ellos con una muy buena acogida entre los ciudadanos madrileños, al poder beneficiarse de interesantes incentivos con menores trámites administrativos, y en los que se recalca la importancia de rehabilitar sus viviendas con criterios energéticos. Actualmente, el Gobierno regional continúa trabajando en estas iniciativas, pero con financiación privada, es decir, con coste cero para la Administración Regional.
Así, en el periodo 2006-2012, el conjunto de todos estos Planes han supuesto más de 684.000 actuaciones y han generando una inversión total inducida superior a los 619 millones de euros. El ahorro energético anual conseguido supera el equivalente a 50.000 toneladas de petróleo anuales. En términos económicos esto supone para la sociedad madrileña un ahorro económico de unos 60 millones anuales. Además, se ha conseguido que se hayan dejado de emitir a la atmósfera 260.000 toneladas de CO2.
La rehabilitación energética de edificios ha experimentado un importante respaldo normativo en estos últimos meses con la entrada en vigor en junio de 2013 del Real Decreto 235/2013 de 5 de abril por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación energética de los edificios.
Hasta el momento en la Comunidad de Madrid se han registrado más de 150.000 certificados energéticos, de los que el 80,76% corresponden a pisos, el 12,01% a viviendas unifamiliares, el 3,40% a oficinas, el 1,97% a locales comerciales y el resto a otros usos.
De los certificados tramitados hasta el momento, cuentan con calificación energética A el 0,17%, B 0,76%, C 4,35%, D 15,80%, E 50,79%, F 11,38% y G 16,75%. Cerca del 80% corresponden a calificación E o inferior.
Este certificado, además de la calificación energética del inmueble, ofrece información sobre las mejoras que pueden introducirse, tanto en aislamientos como en instalaciones, y los plazos de amortización, según los ahorros energéticos que se puedan alcanzar.
Así, la certificación energética de los edificios, además de proporcionar información a los compradores y arrendatarios sobre las condiciones energéticas de los inmuebles, tiene por objeto sensibilizar a los agentes del sector y a los ciudadanos sobre la importancia del ahorro energético y es una forma de conseguir mejoras en la eficiencia energética de los inmuebles.
Ossorio destacó la apuesta de la Administración Regional “por dar un empuje a las estrategias para la rehabilitación energética de edificios, por concienciar a la población e incentivar la actividad de las empresas y su capacidad de generar empleo, aumentando el potencial de crecimiento de la economía madrileña y el progreso energético y social.