La Junta Extraordinaria de Accionistas de Colonial ha avalado la ampliación de capital planteada por Villar Mir para sanear la deuda de la inmobiliaria a cambio de convertirse en su primer accionista.
El apoyo de la junta, en todo caso, era previsible desde que hace una semana el propio Villar Mir se hizo con el 19,3% del capital de Colonial que estaba en manos del Royal Bank of Scotland. La compra se cerró en 43,6 millones.
A este respecto, el visto bueno de los accionistas es el primer paso para llevar a cabo la operación, pero no es definitivo, ya que sigue pendiente de otras importantes condiciones.
El principal de estos requisitos es que Colonial apruebe la refinanciación de la deuda, cuyo principal acreedor es el fondo Brookfield. Sin embargo, esta firma tiene su propia propuesta para rescatar a la inmobiliaria y no aprueba los planes de Villar Mir, lo que complica el éxito de la ampliación.
En su propuesta, el también presidente de OHL plantea una ampliación de 1.000 millones de euros en la que él y dos socios, Grupo Santo Domingo y Amura Capital, de Mora Banc; aportarían 500 millones.
Del total, Villar Mir inyectaría 300 millones, lo que le convertirían en el máximo accionista, aunque sin superar en ningún caso el 30% que le obligaría a lanzar una OPA. La parte que no se cubra podría ser asumida mediante la conversión de deuda en capital. Además se vendería no más del 20% del capital de la participada francesa Sociètè Foncière Lyonnaise, de la que controla actualmente un 53,5%, con lo que se podrían ingresar más de 300 millones de euros.
Brookfield, por su parte, ofrece reestructurar la deuda a corto plazo, que asciende a 1.803 millones, en cuatro tramos. Los dos primeros se pagarían a través de ventas. Los dos últimos, sin garantías, tendrían una fecha de vencimiento en 2016. El fondo, asimismo, tampoco descarta convertirse en el primer accionista de Colonial, incluso superando el tope del 30%.
