La conexión entre las capitales catalana y francesa se ha iniciado el 15 de diciembre, lo que ha supuesto también el estreno de la alta velocidad ferroviaria directa a ambos lados de los Pirineos. Hasta ahora, los pasajeros tenían que cambiar de tren en la estación de Figueres para continuar el mismo recorrido.
La homologación de los convoyes de AVE para poder circular por Francia ha permitido que Barcelona y París queden unidas por los trenes de alta velocidad. Renfe y la compañía de los ferrocarriles franceses, SNCF, operan conjuntamente el servicio, que dura 6 horas y 25 minutos, con billetes entre 59 y 170 euros.
La oferta se estrena con dos trenes diarios por sentido entre Barcelona y París, además de otras conexiones con ciudades como Perpiñán, Toulouse, Montpellier, Nimes, Marsella o Lyon. Durante el 2014, Renfe asegura que se irán abriendo nuevas frecuencias y destinos.
El alcalde Xavier Trias, a su vez, reclama que tanto el Gobierno español como el francés cumplan con los compromisos para acabar de resolver los aspectos que faltan. "Hay todavía un trozo de 200 kilómetros que no está en condiciones y tenemos que presionar al Gobierno francés para que lo acabe", ha reclamado.
El alcalde, además, ha recordado también el compromiso del Gobierno español con la estación de la Sagrera. "Tenemos que insistir al Gobierno central para que cumpla sus obligaciones", ha añadido.