En España está claro que no se construyen viviendas porque no hacen falta. Sobraron tantas durante el tiempo de la locura burbujista que todavía quedan, al menos un par de años, para que se venda buena parte de todo ese sobrante y se pueda recuperar un ritmo, el que sea, de edificación residencial. Pero tampoco existe el más mínimo asidero al que agarrarse para ver ‘brotes verdes’ en la edificación de otros inmuebles.
Ni aquí ni en el resto de los principales países de la Unión Europea. Al respecto, Euroconstruct señala que la edificación no residencial tiene por delante dos años difíciles, con caídas conjuntas superiores superiores al 7% entre 2013 y 2014. Si bien prácticamente no hay segmentos que escapen de este mal comportamiento, los que están contribuyendo más negativamente son las oficinas y los edificios de usos comerciales. El mercado alemán no residencial está más bien estancado, el del Reino Unido sufre una crisis palpable y también hay que descartar contribución alguna desde Francia.
En España, la edificación no residencial lleva desplomándose desde 2007. Frente a los casi 21,5 millones de metros cuadrados visados en 2007, el año pasado se visaron menos de cuatro millones de metros cuadrados. De estos, el 32% se destinó a usos comerciales, el 12,1% a actividades industriales el 8% a oficinas y el 14,2% a turismo y ocio.
Los visados para todos los usos sufrieron reducciones de distinta importancia; el comercial un -21,3%, el industrial un -28,8%, el destinado a oficinas aún más hasta el -48,3% y el dedicado a servicios turísticos y de ocio un -42,3%, según datos del ministerio de Fomento.
La crisis, en relación con la edificación no residencial, está afectando prácticamente por igual a toda la demanda sin distinción de si es pública o privada. La lenta recuperación económica no permitirá un despegue significativo de esta demanda, que continuará encontrándose con mucha oferta ya construida en donde elegir y con precios competitivos.
Según Euroconstruct, el año 2012 fue particularmente negativo y todo apunta a que esa tendencia se prolongue también durante el año actual, hasta un -17% de nueva caída en términos interanuales. Los pronósticos son algo menos desfavorables para 2014. Los dos años siguientes el subsector puede mejorar (-7,9% en 2014 y -5,2% en 2015), pero aún lejos de iniciar la recuperación.
Si se analizan los datos de Fomento sobre el número de edificios visados en 2012 en relación con los de 2007, puede observarse descensos en todos los ámbitos, aún más acusados que el indicador del número de metros cuadrados visados. Así, los 4.516 edificios visados ese año solo representaron el 44,3% de los que se visaron en 2007, los dedicados a usos comercial, el 55,3%; los edificios industriales un exiguo 14%; las oficinas un 22%, y los dedicados a turismo, un 71%, siendo este último sector en que parece que se ha mantenido con menor pérdida de actividad.
