Madrid. El sector inmobiliario sería uno de los tres sectores, junto al aéreo y las grandes infraestructuras, más beneficiado de los nuevos fondos de inversión a largo plazo europeos, los ya conocidos como ‘filpes’.
Es pronto para ver cuál sería el alcance de los fondos que se canalizarían a través de este vehículo, pero las estimaciones indican que podría doblarse la inversión en grandes proyectos y movilizar hasta un billón de euros gracias a la entrada de nuevos inversores y a la captación de ahorro de un país a otro.
El proyecto de reglamento elaborado por la Comisión Europea no limita la inversión a realizar a través de estos fondos y tampoco el alcance de quienes podrán hacer uso de ellos, abiertos a todo tipo de inversores, tanto particulares como institucionales, aseguradoras, fondos de pensiones e inversión.
Entre los condicionantes que al menos el 70% del capital captado deberá colocarse en proyectos a largo plazo de empresas no cotizadas, en activos líquidos o en capital semilla. Y estos fondos dispondrán de cinco años para buscar los proyectos más adecuados que le permitan alcanzar ese umbral. El 30% restante lo podrá colocar en otros tipos de activos, pero no de riego, con el objeto de poder variar la cartera.
Bruselas considera estos ‘filpes’ como un producto adecuado para el pequeño ahorrador siempre y cuando se le informe claramente de que no puede retirar el capital durante el plazo fijado para la madurez de la inversión. A cambio, se confía en que estos fondos ofrezcan una rentabilidad mayor que otros productos más tradicionales como el depósito bancario.
Otro aspecto en el que este nuevo vehículo inversor puede incidir es en la movilización de nuevo capital que permita a las empresas europeas reducir su dependencia de la financiación bancaria, que en la zona euro alcanza el 90% del total, tres veces más de la existente en Estados Unidos.
Los fondos de inversión disponen de unos 1,4 billones de euros y solo colocan el 2,7% en productos comparables a estos fondos. Las compañías aseguradoras, tan solo el 2% de 5,6 billones de euros. Y los inversores particulares lo mismo, su postura reacia al largo plazo es cada vez más visible y su exposición a la renta variable ha caído un 18% entre 2000 y 2010. Así que toda hace pensar que los ‘filpe’ tienen el camino abonado para una buena implantación en el mercado.
