El llamado Efecto Mariposa, es un concepto que viene a demostrar la interrelación de causa-efecto que se da en todos los eventos de la vida. Algo así pensar que si una compañía quiebra en París o Madrid, otra empresa en Pittsburgh o Milwaukee estará incrementando su negocio.
Sin ir tan lejos, y dada las interrelaciones económicas de este mundo tan globalizado, tras más de 15 años liderando la expansión nacional e internacional de una de las principales redes españolas de agencias inmobiliarias, no puedo por menos que levantar mi voz para reclamar al gobierno que ponga en marcha iniciativas para facilitar el crédito a los ciudadanos, y comenzar por fin a insuflar un poco de aire a esta economía.
La caída del crédito a empresas, familias y particulares, tiene un claro culpable, las ayudas a la banca nacionalizada, que lejos de reutilizar los recursos recibidos para introducirlos en el sistema financiero, deniega 8 de cada 10 solicitudes. El principal destino actual de los fondos es el crédito a las administraciones y la compra de deuda pública. Y, el poco crédito sobrante, se presta a los ciudadanos, pero a unos intereses inaceptables.
Pero sobre todo, tiene una víctima, que somos Todos, con mayúscula.
Imaginemos un planteamiento distinto: Imaginemos por ejemplo, que el gobierno antepusiera los intereses de los ciudadanos, a los que representa, antes que a los bancos. Imaginemos que el crédito volviera a fluir. Y no estamos hablando de ayudas a fondo perdido, ni de subvenciones, simplemente, permitiendo a las empresas y particulares financiarse a intereses racionales y competitivos (no al 8% o al 10% como estamos viendo actualmente).
Las empresas podrían pagar sus nóminas y mantener a sus empleados y a su ya escueto negocio. Los ciudadanos podrían volver a consumir, realizar las adquisiciones que llevan ya años posponiendo, y en definitiva, podríamos volver a poner en marcha al país.
Quiero insistir que no estamos hablando de dar préstamos sin garantías, ni añoramos los años del boom económico que nos ha llevado a esta situación. Se trata de buscar un punto intermedio que nos permita salvar a muchas pequeñas, medianas y grandes empresas del cierre, y permita a los ciudadanos reactivar la actividad productiva que mueve al país.
Jesús Duque, Vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.