Madrid. Los diferenciales que se están firmando en los préstamos hipotecarios representan una auténtica bomba de relojería para cuando suban los tipos de interés. Una cosa son los márgenes con los que las entidades deben jugar para obtener beneficios, y otra, muy distinta, que se cierren operaciones con diferenciales de tres y hasta cuatro puntos porcentuales.
Es cierto lo que argumentan las entidades financieras, que el coste de obtener hoy financiación es mucho mayor que hace unos años, tanto si se solicita al mercado mayorista como el dinero que nuestros clientes depositan en el banco, vía cuentas o depósitos, o que los altos niveles de morosidad, por encima del 10%, obligan a cobrar más intereses para compensar la mayor probabilidad de que no me devuelvan el dinero prestado, pero lo que se puede es trasladar la actual situación a toda la vida de un préstamo a 35 o 40 años.
Seguramente, también tendrían respuesta para el caso de que la situación económica mejorase, pudiendo las familias conseguir una mejora del tipo de interés en la propia entidad, mediante una novación hipotecaria, o cambiar de banco mediante una subrogación de parte acreedora. Vale, de acuerdo.
Pero, ¿qué ocurrirá si el Euribor empieza a subir de nuevo? La situación se puede volver absolutamente imposible. Cojamos una de estas hipotecas que se están firmando ahora mismo, con un Euribor más un diferencial del 4%, a 30 años, y por un importe de 200.000 euros. Por ella, se pagarían hoy cuotas mensuales de poco más de 1.000 euros. Pero si el Euribor vuelve a situarse, como estuvo no hace tanto, en el 5%, esa cuota se incrementaría por encima del 50%, y en lugar de poco más de 1.000 euros se pagarían casi 1.620 euros.
Una cuota que obligaría a la familia hipotecada a contar con ingresos netos de 4.000 euros para hacer frente al pago. Si el banco hace concede hoy esta hipoteca a familias cuyos ingresos superan los 4.000 euros, no hay problema. Pero sí lo habría si calcula
el 40% de endeudamiento en base a la cuota actual, ya que con tan solo 2.600 euros de ingresos esa familia podría hoy obtener el préstamo.
Y aquí viene el gran problema. Al subir los intereses y la cuota el ratio de endeudamiento ya no es del 40% sino que superará el 60%, con lo que afrontar los vencimientos, con esos ingresos, se antoja francamente difícil.