Madrid. Inmobiliaria del Sur (Insur) ha decidido dar marcha atrás al proceso de absorción de cinco filiales que anunció el pasado mes de junio. En concreto, las firmas afectadas –de las que posee el 100%– son Parking Insur, Cominsur, IDS Andalucía Patrimonial, IDS Huelva Patrimonial e IDS Córdoba Patrimonial.
Aquella decisión tenía como objetivo “alcanzar una masa crítica comercial y financiera difícil de lograr con esfuerzos individuales”, según señaló entonces la propia compañía. En este sentido, añadía que es necesario “proceder a la integración de las sociedades a través de las cuales tienen materializado su negocio, mediante la fusión por absorción de las mismas”.
Sin embargo, el grupo presidido por Ricardo Pumar ha comunicado ahora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que este giro viene motivado por “haber cambiado sustancialmente las circunstancias existentes en el momento de iniciarse el proceso de fusión hasta el punto de no hacerla aconsejable en la actualidad”.
La inmobiliaria no ha concretado las “circunstancias”, pero todo apunta al imparable desplomé del sector, que no sólo ha mejorado en los últimos meses, sino que ha empeorado. Prueba de ello es que Insur perdió 2,3 millones hasta septiembre frente al beneficio neto de 1,8 millones que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. De hecho, era uno de los pocos grupos vinculados a la construcción que había logrado escapar de los números rojos.
Las causas fundamentales de esta situación, según la propia empresa, son: la reducida cifra de negocio en promoción; las provisiones por deterioro de existencias; y la ausencia de ventas de inversiones inmobiliarias.
Todo ello, además, ha desembocado en una facturación hasta septiembre de 15 millones, un 47% menos con respecto a los 28,5 millones del ejercicio anterior. Esto se debe, según la información que remitió a la CNMV, a que las entregas de inmuebles que están ya vendidos se van a producir a lo largo del cuarto trimestre.