Madrid. Las cuentas recogidas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado no cuadran por ningún lado, y han desatado todo tipo de rumores acerca de cuáles son las razones de esta cuadratura del círculo que encierran.
Que si ya se sabe, como dijo el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que el proyecto es una foto a día de hoy –dando entender que lo que finalmente se plasme en el BOE tendrá poco o nada que ver –, que cómo iban a levantar la liebre de despidos masivos de empleados públicos con tres elecciones autonómicas a la vista, y, sobre todo, la sensación más generalizada –lean entre líneas las palabras al respecto del ministro de Economía, Luis de Guindos – de que lo del nuevo rescate y las condiciones del Memorando que traerá consigo se convertirán, al final, en los verdaderos presupuestos.
Mientras tanto, pues eso, cuentas que no cuadran por ningún lago. ¿No se suponía que había que reducir el gasto de una manera apreciable? Pues no solo no se baja, sino que se incrementa, en principio, en un 6%, básicamente para hacer frente al pago de los intereses crecientes de la deuda. Está por ver, pues, en qué partidas se sustancian los recortes en los respectivos ministerios.
Luego está el tema de los ingresos. Siguen empeñados en mantener que la recaudación fiscal va a seguir subiendo, y que los efectos de la subida del IVA se van a empezar a notar a pesar de la cada vez más evidente bajada del consumo. Y que, por tanto, estarán en condiciones de cumplir con los objetivos de déficit, tanto en 2012 como en 2013, a pesar de que las proyecciones ya avanzan que no será posible salvo que, como muchos piensan, los socios europeos, en ese nuevo Memorando de rescate, obliguen a hacer los recortes del gasto sin ningún tipo de miramientos, aunque ello lleve a situar la tasa de desempleo en el entorno del 30% de la población activa a finales del próximo año.
Y lo mejor. Todos los organismos, públicos y privados, dentro y fuera de España, descuentan ya una caída del PIB para 2013 de entre el 1,2% y casi el 2%. De eso nada, el Gobierno mantiene que solo caerá un 0,5%. Solo les ha faltado decir que se volvería a crecer. Hubiera sido ya de traca.