Madrid. Trece años después de que se aprobara su planeamiento, Arroyo Fresno, el cuarto de los PAU programados en el norte de Madrid, sigue sin ver un ladrillo en sus calles urbanizadas. Solo el campo de golf aledaño tiene actividad. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha dado un nuevo paso en esta interminable tramitación, con la aprobación de reparcelación sobre una de las unidades de ejecución, la 2, para ver si definitivamente tira para adelante. Está todo preparado, con sus estaciones de metro no operativas y el poblado de Pitis ya desmantelado.
Los retrasos vienen motivados por varias causas. La fundamental, la segregación del ámbito en dos unidades de ejecución, y la consideración de los propietarios de los terrenos de la UE 2 de que el reparto era injusto para sus intereses. En la UE 1 se incluía vivienda unifamiliar y vivienda en altura libre y sin embargo en la 2 sólo vivienda en altura libre y protegida, pero no unifamiliar.
La urbanización de la zona está terminada y pagada, lo que en estos tiempos no es cuestión baladí, y permitirá obtener de forma inmediata la simultaneidad para empezar las obras de construcción en cuanto queden correctamente registradas todas las parcelas con el proyecto de reparcelación.
Arroyo Fresno se extiende sobre una superficie de 1,5 millones de metros cuadrados, entre la M-40, la urbanización Mirasierra y el monte de El Pardo. Habrá 3.200 viviendas, casi 100.000 metros cuadrados de espacios verdes, más de 52.000 metros de parcelas educativas y casi 17.000 metros destinados a la construcción de un nuevo intercambiador.
Se van a construir viviendas unifamiliares y bloques de pisos de poca altura, lo que dará lugar a un producto con precios estimados, en principio, en torno a los 5.000 euros por metro cuadrados para la vivienda libre. El ámbito contará también con vivienda de protección pública, promovida tanto por el Ayuntamiento de Madrid, a través de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo, como por parte de los promotores privados y sociedades cooperativas.
A pesar del retraso y de la actual situación económica, se da la circunstancia de que pocos socios se han dado de baja, como ha sucedido en otros muchos ámbitos, y los cupos de las cooperativas están prácticamente cubiertos, aunque todavía queda alguna oportunidad.