Madrid. Alto y claro el mensaje lanzado ayer por el presidente de Sociedad de Tasación, José Luis Estevas-Guilmain, a los promotores. Que se olviden definitivamente de vender al precio del crédito contraido para comprar los suelos y construir las viviendas. Tendrán que vender más barato y asumir más pérdidas si quieren deshacerse de las casas que mantienen en stock y obtener recursos suficientes para volver a promover allí donde exista demanda. “Hasta que no se asuman las pérdidas no se arreglará la situación”, ha concluido.
También tuvo para las entidades financieras, a las que no otorgó un papel tan protagonista como quieren hacer ver otros expertos, pero sí les conminó a hacer público y de forma desagregada a cuánto asciende su riesgo en el sector inmobiliario. “No basta con que digan la cuantía de los préstamos dudosos, sino que deberían publicar cuántas casas tienen y cuánto suelo, con claridad y transparencia. Es la única manera de disipar dudas”, matizó Estevas-Guilmain.
Y para el Gobierno central, al que el presidente de la tasadora reclamó regular el mercado de alquiler porque muchas casas vacías podrían reconducirse al arrendamiento, promoviendo así un abaratamiento de los pisos en propiedad.
Precisamente ayer se reunió una nutrida representación del sector financiero con el ministro de Fomento, José Blanco, quien vino a señalar que el principal problema que debe afrontar el mercado inmobiliario es cómo drenar el excedente de viviendas sin vender ni alquilar. Medida que, a juicio de Estevas-Guilmain, pasaría por aplicar mayores descuentos a los precios de los inmuebles y reconducir parte de esos pisos vacíos al arrendamiento.