Madrid. El mercado sigue dictando su ley. A mediados de 2008, cuando finalizaron las obras de Torre Sacyr, y Testa, la filial patrimonialista del grupo Sacyr Vallerhermoso (SyV), ofertó a más de 40 euros por metro cuadrado/mes los 21.400 metros cuadrados que quedaban libres en la mitad superior del rascacielos, por encima de las primeras 31 plantas ocupadas por el hotel Eurostars Madrid Tower.
Dos años después, de culminar con éxito las negociaciones entabladas con la consultora Price Waterhouse Coopers (PwC), para arrendar en su totalidad esa superficie, el precio se habrá prácticamente reducido a la mitad, hasta los 20 euros por metro cuadrado al mes. PwC llevaba tiempo buscando un edificio emblemático donde unificar la actividad que sus 2.000 empleados llevan a cabo en tres oficinas de la capital.
A cambio de esta reducción drástica, muy superior a ese 12% de caída anual que hoy mismo recogía Aguirre Newman en su ‘Informe de Coyuntura Global del Mercado Inmobiliario Español’, Testa se garantiza unos ingresos anuales superiores a los 5 millones de euros y ver cumplido otro de sus grandes objetivos, que esa superficie que quedaba por arrendar fuera alquilada a un único inquilino.
Tras estos dos años de escasos movimientos y progresivas bajadas de precios, el movimiento de PwC sería, sin duda, el dato más significativo en el mercado inmobiliario de las cuatro torres de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid.
Durante el ejercicio que está a punto de cerrarse, las únicas operaciones se han centrado en Torre Cristal, el edificio propiedad de Mutua Madrileña, donde se han instalado la compañía de dirección integrada de proyectos Bovis Lend Lease, Aguas de Barcelona (Agbar) y, la última en hacerlo, hace un mes, la firma de centros de negocios Affirma, que contrató una superficie de 1.000 metros cuadrados.